Siempre que me preguntan sobre las ventajas del autoconocimiento respondo La Libertad. Normalmente funcionamos por patrones, es decir, solemos actuar y comportarnos de la misma manera. Por ejemplo, hay a personas que les cuesta mucho enfadarse y otras que por el contrario explotan a la mínima. Esto depende de nuestro carácter, y ¿qué es el carácter? Son aquellas maneras de actuar, de pensar, incluso de sentir que aprendimos a utilizar, sobretodo en nuestra infancia, porque nos fueron útiles en ese momento. No las elegimos conscientemente, son nuestras reacciones ante algo que nos ocurre.
¿Te has preguntado qué pasaría si en lugar de reaccionar de inmediato, pudiésemos elegir lo que queremos hacer?
En ese caso estaríamos haciendo uso de nuestra libertad. La libertad de elegir quien quiero ser. Porque es muy diferente que yo reaccione ante una situación, contestando agresivamente o quedándome en silencio como de costumbre, a que respire, me de cuenta de lo que estoy sintiendo, y elija como quiero responder ante ese acontecimiento.
Para ello, lo primero en lo que te has de centrar es en la autoobservación. Hemos de conocer como somos, como reaccionamos, cuales son las emociones que solemos sentir, y por el contrario cuales casi no habitamos. De esta manera sabrás cuáles son tus patrones, tus reacciones principales.
Después debes querer salir de tu zona de confort, atreverte a dar otra respuesta, y esperar a ver que sucede. Cuando actuamos en coherencia con nosotras mismas, en vez de usar las viejas corazas, nos llevamos una sorpresa y un tremendo regalo.
¿Te animas?
¿Qué patrones usas habitualmente? ¿Podrías actuar diferente?
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